jueves, 19 de mayo de 2011

Segunda Campaña de ConSuma Dignidad

Estimadísimos purretes,
Así quedó la segunda campaña sobre discriminación y basura... bien ahí!
Un abrazo,
Pablo

miércoles, 18 de mayo de 2011

Nuestra primera campaña

Estimadísimos jóvenes y jóvenas,
Los amigos de AMARTYA me enviaron hoy por mail el producto final de la campaña que realizamos sobre consumo responsable. Salieron muy bien en las fotos, che... vaya personificaciones!!! Felicitaciones!
A ver qué les parece a ustedes... espero sus comentarios.
Un abrazo,
Pablo


martes, 10 de mayo de 2011

El debate sobre la Despenalización de la tenencia de Marihuana para consumo personal

Estimadísimos purretes,

Les subo la nota que les prometí sobre criminalización de usuarios de drogas. Espero  con ansia sus comentarios, me interesa mucho su opinión sobre el tema. Pueden tranquilamente subir lo que empezamos a trabajar hoy en clase.  
De paso, quería recordarles que sigo esperando sus comentarios acerca del artículo de Castells!! Hoy en clase lo terminamos de analizar, no sean panchos... Rescátensennnnnnnnnnnnnnnn

Un abrazo,
Pablo


 

 
Domingo, 30 de agosto de 2009 |
UNA INVESTIGACIÓN REVELA EL PERFIL DE LOS DETENIDOS POR TENENCIA MÍNIMA DE DROGAS

Los perejiles

El 70 por ciento de las causas sobre drogas son por tenencia. En porcentaje abrumador, son varones jóvenes de clase media, sin antecedentes y que no cometían otro delito al ser detenidos.

Por Pedro Lipcovich
De las causas por infracción a la Ley de Estupefacientes registradas en la ciudad de Buenos Aires, en menos del uno por ciento de los casos se condenó a alguien; en menos del cinco por ciento de los casos la imputación era por tráfico de drogas, ya que la inmensa mayoría era “tenencia”. Así lo señala una investigación –presentada en el último Congreso Nacional de Sociología Jurídica–, que procesó los (escasos) datos existentes al respecto. El perfil probable del imputado por drogas puede sorprender: joven, de clase media, con estudios secundarios o superiores, con trabajo estable. Los datos no avalan la vinculación entre delito y uso de drogas: el 94 por ciento de los imputados no tenía antecedentes penales y sólo el 11 por ciento había sido detenido en ocasión de otro delito. En rigor, en la mayoría de los casos la captura obedeció “a que la policía sale a cazar consumidores para ‘hacer estadística’”, según graficó uno de los autores del estudio. Este investigador puso en duda que el reciente fallo de la Corte Suprema revierta la situación, ya que “las prácticas policiales no siguen los ritmos de las decisiones judiciales y, además, muchos jueces federales podrán seguir sosteniendo otra línea de jurisprudencia”.

El estudio –“Análisis de la aplicación de la ley 23.737 en la Ciudad Autónoma y la Provincia de Buenos Aires”– fue realizado por Alejandro Corda (docente en la Facultad de Derecho de la UBA) y Pablo Frisch (investigador en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA), en el marco de la Asociación Civil Intercambios; se presentó en el IX Congreso Nacional de Sociología Jurídica.

En dos relevamientos, que totalizan 671 causas en juzgados federales de la ciudad de Buenos Aires, “los datos se repetían”. En la ciudad de Buenos Aires, el 95 por ciento de las causas había sido iniciadas por la Policía Federal Argentina: “Un 90 por ciento por comisarías, y el cinco por ciento por divisiones especiales”, es decir, no como fruto de investigaciones judiciales. Según explica Alejandro Corda, “la policía, en la medida en que necesita ‘hacer estadística’, sale a cazar consumidores en lugares donde tiene control territorial: los policías saben en qué plazas están los pibes que se juntan a fumar porro; así se genera la ficción de una ‘lucha contra el narcotráfico’”.

Corda –que además es secretario en un juzgado federal– observó que “por más que el detenido sea sobreseído, tuvo que pasar la noche en la comisaría, le quedó registrado el antecedente y los policías de su barrio ya saben que tuvo una entrada por droga”.

Cuando las causas llegaron a los juzgados –continúa la investigación–, “el 70,1 de las imputaciones se consideró tenencia de estupefacientes para consumo personal, el 23,9 por ciento se tipificó como tenencia simple y un 4,7 por ciento como tráfico de estupefacientes”. En cuanto al estado de las causas, “el 40,6 por ciento se habían sobreseído, el 26,9 por ciento habían sido desestimadas o archivadas, 24,9 por ciento continuaban en trámite; tres por ciento se había suspendido por ‘medida de seguridad curativa’ (tratamientos compulsivos); 0,2 por ciento, suspendidas por ‘medida de seguridad educativa’ y 0,2 por ciento por ‘probation’. Sólo el 0,7 por ciento de los casos terminó en condena.

Según uno de los relevamientos, el 94,02 por ciento de los imputados no tenía antecedentes penales, y el 97,8 por ciento no había estado nunca en la cárcel.
Más de dos tercios de los detenidos tenía menos de 30 años. El 35,7 por ciento tenía entre 21 y 30 años; el 30,7 por ciento, entre 18 y 20; el 13,5 por ciento, entre 11 y 17; el 12 por ciento, entre 31 y 40; el 3,5 por ciento, entre 41 y 50; el 2,2 por ciento, 51 años o más, y para el 2,5 por ciento no constaba la edad.
En cuanto al nivel habitacional, el 30,7 por ciento vivían en departamento y el 22,7 por ciento en casa; sólo el 6,2 por ciento de los detenidos vivían en “villas urbanas o suburbanas” y apenas el 0,5 por ciento en “casas tomadas o abandonadas”; 3,2 por ciento en hoteles o pensiones; 1,5 por ciento en inquilinatos; 1,2 por ciento en “barrios obreros”. El resto, no constaba tipo de vivienda.

Sólo el 8,5 por ciento eran “de-socupados”. El 39,9 por ciento tenía “trabajo permanente”; el 11,7 por ciento, “trabajo temporario”; el 14,7 por ciento eran “estudiantes”; el 1,1 por ciento, “amas de casa”; el 0,2 por ciento, “jubilados”, y el resto no constaba.

El 92,8 por ciento de los apresados eran varones. El 73,3 por ciento eran solteros; 15,4 por ciento, “casados o concubinos”; 2 por ciento, divorciados. El 88 por ciento eran argentinos; el 5,7 por ciento “extranjeros de países limítrofes”; el 2 por ciento, “de países no limítrofes”.

En cuanto al grado de instrucción, siete de cada 10 detenidos tenían nivel secundario completo o incompleto: el 36 por ciento, “secundario incompleto”; el 26 por ciento, “primario completo”; el 17 por ciento, “secundario completo”; 4 por ciento “terciario o universitario completo”; 4 por ciento, “terciario o universitario completo”; 2 por ciento, primario incompleto o “sin estudios”.

El 88 por ciento había sido detenido en la vía pública: los barrios con más cantidad de detenciones fueron Balvanera, Belgrano, Almagro, Flores y Palermo. El 85 por ciento “no había sido detenido en ocasión de la comisión de otro delito”; 11 por ciento “había sido detenido en ocasión de otro delito”; el resto “no constaba”. Sólo el 3 por ciento “tenía armas al momento de la detención”. Respecto de lo incautado, “el 87 por ciento era marihuana o cocaína de menos de cinco gramos; el 5,4 por ciento, entre 5 y 10 gramos; 7,6 por ciento, más de 10 gramos”.

En cuanto a la provincia de Buenos Aires –siempre según datos parciales, los únicos disponibles– “la mayoría de las detenciones se produjeron durante los meses de vacaciones y en general en plazas o playas”; al mismo tiempo, la mayoría de los imputados “se domicilia en zonas marginales, en barrios de características humildes o en zonas de villas miseria o asentamientos periféricos”; también “la mayoría tiene entre 20 y 30 años, concentrándose entre los 20 y los 23”. Y “las justificaciones utilizadas por las fueras de seguridad para la detención se encuentran cargadas de arbitrariedades”.

En el territorio bonaerense, la investigación destaca el cambio producido desde que, a fines de 2005, se traspasó la persecución de delitos de tenencia y pequeño tráfico a la provincia de Buenos Aires, quitándola del ámbito federal y dando participación a la Policía Bonaerense: se produjo “un aluvión de causas de consumidores con pocas cantidades de sustancias prohibidas”.
–¿Se modificará esta situación a partir del reciente fallo de la Corte Suprema? –preguntó Página/12.
–No creo que las prácticas policiales cambien mucho, porque están arraigadas en otras cuestiones y no siguen los ritmos de las decisiones judiciales. Uno siempre tiene la esperanza de que las fuerzas de seguridad se hagan más democráticas y respondan a los fiscales y los jueces, pero falta coordinación entre los criterios policiales y los de la Justicia –contestó Corda.
“Dentro del Poder Judicial, es posible que el fallo de la Corte incida más, pero muchos jueces federales, especialmente en el interior del país, seguirán sosteniendo otra línea jurisprudencial –estimó Corda–. Está en manos del juez decidir si la conducta del imputado ‘afectó a terceras personas’ e imponer una pena o un tratamiento compulsivo. La decisión puede apelarse y terminará primando el criterio de la Corte, pero mientras tanto la causa seguirá abierta, con los problemas que eso puede traerle al imputado, por ejemplo para conseguir trabajo.”

Más que fracaso, un éxito

 “La aplicación de políticas criminalizadoras del consumo no debería ser evaluada como ‘fracaso’ del sistema penal”, sino como el éxito de una estrategia global” que “garantiza finalmente el enriquecimiento de los criminales mejor organizados en uno de los mercados más lucrativos del mundo”, observa la investigación de Alejandro Corda y Pablo Frisch, que analiza la aplicación de la Ley 23.737, de Estupefacientes. Frisch comentó que “cuando el sistema penal reprime sólo el último eslabón de la cadena, respaldado por campañas mediáticas, está siendo funcional para dejar impune el negocio grande en relación con el tráfico de drogas. Esto no quiere decir que el agente de policía que detiene a un usuario esté pensando en liberar el narcotráfico a escala: pero termina siendo funcional a eso”.

“De hecho, en la Argentina prácticamente no se han abierto causas por tráfico en ese alto nivel –continuó Frisch–. Y esto no sólo tiene que ver con la comercialización del producto, sino con el lavado del dinero: esta economía informal está intrincada con la economía formal. Un paso positivo ha sido empezar a perseguir el ingreso de precursores químicos como la efedrina, que venían ingresando sin ningún control: se trata de delitos contemplados en la Ley de Drogas pero que no se perseguían”.

Frisch observó que “el modelo represivo, a la vez que ‘terapéutico’, contra las drogas ilegales, se desarrolla a partir de la Convención Unica sobre Estupefacientes, que suscriben las Naciones Unidas en 1961”. En la década de 1970, “comienza a instalarse un discurso político en el que la droga se percibe como una amenaza al orden”, y “comienza a considerarse la prevención de la toxicomanía como una faceta de la lucha contra la subversión”.

sábado, 7 de mayo de 2011

Sobre el concepto de Ciudadanía: "Globalización, Estado y Sociedad Civil" (M. Castells)


Estimados jóvenes y jóvenas:

Adjunto a continuación el artículo de M. Castells que empezamos a trabajar el viernes. Varios de Uds. me preguntaron quién es este buen señor, yo les indiqué  simplementeque se trata de un colega sociólogo español. Al final del artículo adjunté una síntesis de su currículum y una foto, porque aunque no lo crean, por más títulos y post-títulos que puedan juntar, los intelectuales también son personas de carne y hueso.

Consigna: Necesitamos que cada uno de uds. suba como comentario (ya hemos descifrado cómo se hace), una breve reflexión (no más de un párrafo o dos) que les haya disparado el artículo. Puede tratarse de las ideas principales del texto, algo que no termina de quedar del todo claro, algo que definitivamente no queda para nada claro, una crítica, algún aspecto del texto con el que están o no están de acuerdo. Finalmente, quisiera que rcada uno de ustedes esponda a la siguiente pregunta: ¿Qué tiene que ver este artículo con todo lo que venimos haciendo en clase?

Muy buen fin de semana para todos, 
Pablo
 
“Globalización, Estado y sociedad civil:
el nuevo contexto histórico de los
derechos humanos”
MANUEL CASTELLS (Fragmentos)

La globalización es la palabra clave de la transformación estructural que está sufriendo nuestro mundo. Sufriendo es el término adecuado. aún reconociendo el extraordinario desarrollo tecnológico y económico que estamos viviendo en las sociedades desarrolladas, porque el proceso de cambio se presenta para la mayoría de las personas como ajeno, incontrolable e inevitable. De ahí que hayan surgido fuertes reacciones defensivas y movimientos críticos contra el proceso de globalización. Y una de esas críticas se refiere al desarrollo unidimensional de la globalización en torno a intereses económicos capitalistas.

Pero en realidad la transformación que estamos viviendo es multidimensional. Y junto a la globalización de la tecnología y la economía se plantea con fuerza creciente la globalización de la política y la cultura. Por arriba. mediante la conexión entre los estados y la expansión planetaria de los medios de comunicación. Por abajo, mediante la emergencia de voces críticas y movimientos sociales que plantean el control social de la globalización económica, junto con la globalización de los derechos humanos y la afirmación política de su respeto universal.

La economía global incluye, en su núcleo fundamental, la globalización de los mercados financieros, cuyo comportamiento determina los movimientos de las economías en todos los países. El desarrollo y creación de sofisticados productos financieros (derivados, nuevos tipos de futuros, opciones etc.) articulan valores bursátiles en distintos mercados, estableciendo su interdependencia a través de transacciones electrónicas que mueven miles de millones de dólares en segundos. No hay, hoy por hoy, control o regulación de los flujos globales de capital, lo que convierte a todas las economías, en dependientes del comportamiento de los valores de sus empresas, acciones y obligaciones, en los mercados financieros.

En la medida en que la globalización se ha desarrollado, esencialmente, como instrumento de articulación de mercados capitalistas, la rentabilidad económica se convierte en el criterio fundamental para la inclusión o exclusión en las redes globales. Las redes globales articulan individuos, segmentos de población, países, regiones, ciudades, o barrios, al tiempo que excluyen otros tantos individuos, grupos sociales o territorios. Todos los países y territorios están atravesados por dicha lógica.

Sin embargo, la globalización no es un proceso automático ni predeterminado. Es orientado conflictivamente por actores sociales y políticos que redefinen en su practica la relación entre estado y sociedad civil y, a través de dicha transformación, modifican el proceso mismo de globalización.

LA SOCIEDAD CIVIL

En lo que respecta a la sociedad civil, la cuestión fundamental es la relación entre el estado y los ciudadanos a través de formas que van más allá de la delegación individual de poder. Es decir, la sociedad como sujeto político colectivo no se agota en el proceso de representación democrática ni puede defender sus derechos por el medio exclusivo del poder judicial. El concepto de sociedad civil alude a un mecanismo de representación y defensa de los ciudadanos que desborda las instituciones del estado propiamente dicho, pero siempre teniendo dicho estado como interlocutor y punto de referencia. La sociedad civil no puede pensarse independientemente del estado.

La informacionalizacion y la globalización son procesos centrales de la constitución de una nueva economía y una nueva sociedad en el cambio de milenio. Pero junto a ellos, y en interacción compleja, otro fenómeno, de índole cultural y política, está transformando el mundo. El reforzamiento de las identidades culturales como principio básico de organización social, seguridad personal y movilización política. En nuestro tiempo histórico, las identidades religiosas, nacionales, territoriales, étnicas y de género, aparecen como principios fundamentales de auto-definición, cuyo desarrollo marca la dinámica de las sociedades y la política de forma decisiva.

Junto a estas identidades fuertes, comunitarias, aparentemente fundadas en experiencia histórica y tradición cultural, hay también el surgimiento de identidades individuales, auto-construidas en torno a un proyecto personal, a un principio electivo. Tales identidades individualistas son particularmente importantes en sectores sociales o sociedades en que las identidades comunitarias no se desarrollan, pero en las que los principios abstractos de pertenencia simbólica (tales como ciudadanía, clase social etc.) se debílitan como resultado del vaciamiento de contenido histórico de las instituciones y organizaciones que encarnaban dichos principios (el estado-nación, los sindicatos de clase, etc). Una identidad individualista particularmente importante es la identidad famíliar, o individualismo familiar, en la que se funde el sustrato comunitario y el proyecto autónomo de existencia, vaciado de todo otro contenido que la afectividad inmediata y defensiva hacia uno mismo y los suyos.

Este desarrollo de nuevas identidades es consecuencia de la globalización y de la crisis de las instituciones del estado-nación y de la sociedad civil constituida en torno al estado. Explico. La globalización desborda la capacidad de gestión de los estados-nación. Por lo tanto, los estados tienen que sacrificar intereses de sectores hasta entonces protegidos por el. Cuando el estado tiene que atender, prioritariamente, a la dinámica de flujos globales su acción hacia la sociedad civil se torna secundaria y por consiguiente el principio de ciudadanía emite un significado cada vez más débil hacia los ciudadanos. En esas condiciones, los sectores golpeados por los ajustes que impone la globalización buscan principios alternativos de sentido y legitimidad.

En esa búsqueda la gente se hace consciente del déficit democrático que existe tras el andamiaje institucional e ideológico del sistema político. y aunque no se suele poner en cuestión la democracia (cuya conquista, casi siempre, costó sangre y lagrimas), surge una oposición explícita a la globalización y a su agente, el estado ex-nacional, ahora agente racionalizador de la globalización.

Conforme los estados se articulan entre ellos para incrementar su operatividad en un contexto global, sus vínculos con sus respectivas sociedades civiles se debílitan. Por otro lado, los ciudadanos confrontados con problemas cuya raíz se sitúa más allá del ámbito local o regional, buscan formas de presión, inserción y participación en la gestión de los procesos globales que determinan su vida. Es así como el comercio mundial, la conservación del medio ambiente, la protección de los derechos sociales, la solidaridad como especie humana y la defensa de los derechos humanos devienen materia prima en la constitución de una nueva sociedad civil sin referencia directa al estado.

Cuando los ecologistas exigen incluir la preservación de los delfinesy las tortugas en los tratados de comercio internacional afirman la primacía de la diversidad biológica sobre el crecimiento económico. Cuando las organizaciones sindicales exigen la abolición del trabajo infantil están defendiendo el derecho fundamental a la niñez aunque, de paso, defiendan sus puestos de trabajo. Cuando las asociaciones de solidaridad con los presos políticos, los torturados, los desaparecidos, exigen el juicio de los criminales cualesquiera que sean los acuerdos políticos que los protegen, están poniendo el respeto de la persona humana por encimade la soberanía del estado.

En este contexto, las organizaciones emergentes de la sociedad civil global tienen una capacidad de acción mucho mayor que en el pasado. El acceso a la información, la capacidad de comunicación horizontal y la capacidad de impactar los medios de comunicación hacen que grupos de activistas relativamente pequeños y con reducidos recursos puedan llegar a mucha gente.

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DATOS PERSONALES
Manuel Castells Oliván
Nacido en Hellín (Albacete) el 9 de febrero de 1942
Direcciones profesionales:
Internet Interdisciplinary Institute (IN3)
Universitat Oberta de Catalunya
Avda. Tibidabo, 47
Barcelona 08035
Tel: + 34 932535772 Correo electrónico: mcastellso@uoc.edu
Annenberg School of Communication
University of Southern California
3502 Watt Way
Los Angeles CA 90089-0281
Tel. +1 (213) 7406180 Correo electrónico: castells@usc.edu

PUESTOS ACTUALES Y TÍTULOS ACADÉMICOS
Catedrático de Sociología y Director del Internet Interdiciplinary Institute (IN3),
Universitat Oberta de Catalunya
University Professor y Catedrático Titular de la Cátedra Wallis Annenberg de
Tecnología de Comunicación y Sociedad en la Annenberg School of
Communication, University of Southern California, Los Angeles.
Catedrático Emérito de Sociología y de planificación urbana y regional de la
Universidad de California, Berkeley.
ESTUDIOS
Educación secundaria en Valencia y Barcelona.
Estudios de licenciatura de Derecho y de licenciatura de Ciencias Económicas en
la Universidad de Barcelona (1958-1962). Interrumpidos por exilio político en mayo
de 1962.
Licenciado en Derecho y Economía Política por la Facultad de Derecho y Ciencias
Económicas de la Universidad de París. Junio de 1964.
Diplomado en Ciencias Sociales del Trabajo por el Instituto de Ciencias Sociales
del Trabajo de la Universidad de París. Junio de 1965.
Master (Diplome d'Etudes Approfondies) en Sociología por la Escuela Práctica de
Altos Estudios de París. Junio de 1966.
Doctor en Sociología por la Universidad de París, 1967.
Doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. 1978.
Doctor de Estado en Letras y Ciencias Humanas por la Universidad de París-V
("Rene Descartes-Sorbonne") 1983.